Lo mejor de vivir en una isla, y para más inri, en una ciudad costera, es que puedes pasear por al lado del mar sin tener que desplazarte en demasía. Y la suerte es mayor cuando se consigue que la costa esté sin urbanizar.
Uno de esos casos es El Carnatge, una zona de calas y paseo situada entre Cala Estancia y el Coll d’en Rebassa, que después de varias reformas, han dejado preparada para el paseo esa zona de antiguas canteras a la vera del mar. Se puede pasear, ir en bici, sentarse a disfrutar del paisaje marino o bañarse y tomar el sol sobre las rocas.
Yo aproveché las vacaciones y una mañana nublada para ir hasta allí y pasear durante un rato. Durante poco más de una hora disfutré del paisaje, de las rocas y del mar, miré atontada los aviones que pasaban sobre mi cabeza, y esquivé con tino a las decenas de ciclistas que, por desgracia, preferían la zona de paseo al carril bici.
Aquí os dejo algunas fotos que tomé durante el paseo, para que os decidáis a visitar ese trozo de isla arrancado al turismo sin mesura.