Sentirse tonta

A veces, las circunstancias me superan y me siento tonta. Tengo asumido que no soy un cerebrito ni de lo más espabilada, pero cuando algo me desconcierta no estoy a gusto conmigo misma.
Y en esas estoy ahora. Estoy buscando piso, y no sólo es complicado encontrar algo decente, si no que lo que viene después lo es más.
Resulta que encuentro un piso que me gusta, pero primero me piden una burrada para «reservar» el piso. Segundo, me dicen que el dinero es para pagar deudas tributarias, cuando me habían asegurado que no tenían (digo yo, que si al final lo ibas a decir, dilo desde el principio, no?). Y tercero, el piso está escriturado por casi 20 metros menos de lo que dicen. Eso junto a algunas cosillas más que me escaman («no, no necesita cambiar la electricidad» y no tiene ni cuadro eléctrico, etc)
Y todo eso, según la inmobiliaria, es normal. Pues a mí no me lo parece.
No sé si simplemente soy una exagerada. O es que soy tonta, o a lo mejor me toman por tonta. Pero es mucho dinero gastarlo en algo que te hace sentirte como tal.

2 comentarios en “Sentirse tonta

Deja un comentario